¿Qué hace un quiropráctico?
Un quiropráctico es un profesional de la salud especializado en diagnosticar, tratar y prevenir disfunciones del sistema musculoesquelético, especialmente las relacionadas con la columna vertebral y el sistema nervioso. Su enfoque se basa en la idea de que el cuerpo tiene una capacidad natural de autocuración, y que cuando los huesos, las articulaciones y los músculos no funcionan de manera óptima, pueden afectar al sistema nervioso y, por lo tanto, a la salud general.
Las técnicas más comunes que utiliza un quiropráctico incluyen:
Ajustes quiroprácticos (o manipulaciones): Esta es la técnica principal y consiste en aplicar una presión controlada sobre las articulaciones para corregir su alineación. Los ajustes ayudan a mejorar el movimiento, reducir el dolor y restaurar la función normal de la columna vertebral y otras articulaciones.
Terapias físicas: Los quiroprácticos suelen recomendar ejercicios específicos, estiramientos y técnicas de rehabilitación para mejorar la fuerza, la flexibilidad y la postura.
Asesoramiento sobre postura y ergonomía: Aconsejan cómo mantener una buena postura y evitar cargas que puedan generar problemas musculoesqueléticos, especialmente para personas que trabajan muchas horas sentadas o de pie.
Métodos de relajación y control del estrés: El quiropráctico puede utilizar técnicas para reducir el estrés muscular y nervioso, como la masoterapia y técnicas de relajación para aliviar tensiones acumuladas.
En resumen, el quiropráctico no solo se centra en las técnicas de manipulación de la columna vertebral, sino que adopta una visión global de la salud del paciente, incorporando recomendaciones sobre hábitos de vida saludables, nutrición y el uso de suplementos que pueden ayudar a mantener o mejorar el bienestar físico y mental.
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Adultos
El tratamiento quiropráctico en adultos no solo alivia el dolor, sino que también optimiza la función del sistema nervioso, mejorando la movilidad, la postura y la eficiencia muscular. Esto puede traducirse en un mejor rendimiento en actividades cotidianas o deportivas, incluso en ausencia de dolor, favoreciendo el bienestar general y la calidad de vida.
Niños
El tratamiento quiropráctico en niños puede ayudar a mejorar la postura, el equilibrio y el desarrollo motor. También puede aliviar problemas comunes como dolores de cabeza, dolores de espalda, trastornos de atención o dificultades de concentración. Mediante técnicas suaves y seguras, se optimiza el funcionamiento del sistema nervioso, favoreciendo un crecimiento más saludable y un bienestar general.
Bebés
El tratamiento quiropráctico en bebés puede ayudar a aliviar cólicos, gases, problemas de sueño o dificultades respiratorias. Mediante ajustes suaves y específicos, se puede favorecer el correcto desarrollo del sistema nervioso, mejorar la postura y ayudar a relajar al bebé, manteniendo un enfoque seguro y adaptado a su sensibilidad.
Embarazadas
El tratamiento quiropráctico en embarazadas puede aliviar los dolores lumbar y pélvico, mejorar la postura y reducir el estrés. Además, puede ayudar a mantener el equilibrio de la pelvis y el sistema nervioso, favoreciendo un embarazo más cómodo y, en algunos casos, facilitando un parto más fluido y menos doloroso. Las técnicas quiroprácticas son seguras y están adaptadas a las necesidades específicas de cada trimestre.
Deportistas
El tratamiento quiropráctico puede ayudar a los deportistas a mejorar la flexibilidad, la fuerza y la recuperación, optimizando el rendimiento y reduciendo el riesgo de lesiones. Mediante ajustes específicos, los quiroprácticos pueden corregir disfunciones en la alineación y la biomecánica, permitiendo un mejor control motor y mayor eficiencia en los movimientos. Además, puede acelerar la recuperación de lesiones existentes y mejorar la circulación, favoreciendo una recuperación más rápida y menos dolorosa.